El Convenio sobre la gestión del agua de lastre podría entrar en vigor en 2016
(FNM) Tres Estados – Mónaco, Indonesia y Ghana-, ratificaron el Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques (BWM), durante la reciente Asamblea de la Organización Marítima Internacional (OMI), celebrada en Londres. Esto eleva a 47 el número de estados miembros de la organización que ya ratificaron el instrumento desde su aprobación en 2004, cantidad que excede largamente los 30 estados requeridos para implementar el Convenio.
El criterio que resta por cumplir es el de la ratificación por estados que representen el 35% del arqueo de la mercante. Antes de la reciente Asamblea, el Convenio había sido ratificado por 44 estados, que representaban aproximadamente el 32,9% del arqueo mundial.
De acuerdo con información de Lloyd’s List Intelligence, la suma de las flotas de Indonesia y Ghana representan aproximadamente el 1,46% de la flota mercante global medida en términos de arqueo.
Argentina, Filipinas, Bélgica y Finlandia han confirmado que se encuentran en proceso de ratificación del Convenio. Si alguno de estos países llegara a completar el proceso de ratificación antes de fin de mes, muy probablemente se alcanzaría a cumplir el criterio faltante (del 35%), lo que activaría la en vigor del Convenio, doce meses después, es decir a fines de 2016.
Según se sabe, la OMI está revisando actualmente la distribución del arqueo mundial, a fin de establecer exactamente qué porcentaje ha ratificado hasta aquí el Convenio, y qué porcentaje podrían sumar los países en proceso de ratificación.
Muchos analistas sostienen que los armadores no están listos todavía para cumplir con esta convención, a pesar de haber pasado más de diez años desde su adopción en la OMI. Una de las cuestiones que preocupan, es la negativa de los EEUU a aprobar varios de los sistemas “tipo” para el tratamiento de aguas de lastre, que ya han sido aceptados por otros países.
A partir de su entrada en vigor, el Convenio obligará a los armadores a instalar – en la siguiente entrada a dique programada para cada barco- , el equipamiento necesario para el apropiado tratamiento de las aguas de lastre.
Independientemente de la fecha exacta de entrada en vigor de la nueva normativa, el seguramente movilizará a muchos armadores a reprogramar sus ingresos a dique de modo de extender el plazo límite de instalación de los equipos en sus unidades.
El mundo naviero está esperando ansiosamente el resultado de la revisión de distribución del tonelaje mundial encarada por la OMI y seguramente seguirá con atención qué país suma su ratificación y cuándo. (RPC en Hellenic Shippping News; Adaptado al español por NUESTROMAR)
18/12/15